Juan el curioso

Me tocó escuchar en una cafetería una conversación entre dos chavales jóvenes que estaban a poco más de un metro de distancia. Hablaban de sus cosas, de su filosofía de vida y expectativas vitales. Por lo que capté era un diálogo sincero y honesto. Me llamó poderosamente la atención una frase. El más joven, para mí no alcanzaba lo que llamamos mayoría de edad, defendía lo importante que era ser buena gente con los amigos, chicas, familia, etc. Decía que él no era partidario del postureo y del “bien quedar” con todos, que eso no te lleva a ninguna parte que no sea la frustración. Y lo argumentaba de una manera inesperada para mí. Mira, explicaba al colega, en Gran Hermano lo comentaba un tío así de claro: “Eres de verdad como eres cuando estás solo. Así eres tú, hermano, no de otro modo”. Desde entonces yo le doy vueltas a la frase y me hace pensar. Por lo que veo, no es necesario recurrir a la biblia ni a la ética kantiana para encontrar luz en esta vida terrenal que nos ha tocado vivir. 

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