Larry Gury seguía distraídamente las noticias de la televisión local. Las pitones birmanas, decían, se han adaptado a las condiciones del Parque Nacional de los Everglades y se han reproducido con gran éxito. Se estima en la actualidad que hay más de 50.000 ejemplares en el estado de Florida. Algo se le removió en las entrañas a Larri Gury que no dejaba de dar vueltas a una docena de salchichas y tres hamburguesas en su barbacoa. Se acabó de poner nervioso con las explicaciones que vinieron a continuación. Y es que se trata de una especie invasiva que altera el área natural de los Everglades rompiendo peligrosamente el equilibrio de la fauna local. Oído esto a Larry Gury se le cayó una de las salchichas al suelo. Es por esta razón, continuó el locutor, que el estado trata de eliminarla. Era sólo una mascota, se disculpaba dando una soberana patada a un gato que se acercó demasiado a la salchicha. Aunque quiso arrepentirse de inmediato, no dejó de inquietarse pensando que aquella pitón con la que tanto disfrutó de niño podía ser uno de los trofeos cobrados por los cazadores a los que pagaba el Gobernador. El gato, temeroso, se refugió en una esquina sorprendido por la agresividad de Larry Gury. Siempre le había tratado bien, pensaba extrañado, mientras su dueño Larri Gury, miraba cabizbajo su barbacoa.
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