El joven periodista se dedicó a seguir un hilo informativo que acabó en una bomba informativa. Aquello estaba destinado a ser un escándalo político de alcance. Acudió nervioso con su texto a la dirección del periódico y lo presentó. En menos de una hora le bajaron los humos y se volvió a su casa. Al día siguiente pidió la cuenta y se retiró a un pueblo perdido, vaciado se dice ahora, a cultivar la tierra y a relajarse observando el lento crecer de las lechugas. Date por contento si sigues vivo después de publicar esto, ni el periódico tiene futuro, recordaba que le dijo el director. En aquel momento preciso, un caracol apareció escondido en la hoja de una berenjena, lo cogió en la mano, lo colocó en el suelo y con rabia lo pisó pensando en quién sería aquel sujeto con el que habló por teléfono el director del periódico el día de la entrevista.
________
