10 nov 2021

Cuando se consigue lo que se desea

Erase una vez un hombre confuso que decidió permanecer soltero por la única razón de no encontrar a ninguna dama que fuera de su agrado. Pero con el tiempo aumentó su desasosiego y pensó compensar su frustración creando bellas estatuas de mujeres en mármol blanco de las canteras de Naxos. Pasaba horas enteras contemplando sus creaciones y en particular una de ellas, Galatea de nombre. Aquello llegó a ser una obsesión que le hipnotizaba en exceso, hasta tal punto que pidió con todas sus fuerzas y energías que la diosa Afrodita convirtiera el mármol de Galatea en carne mortal. Y como en tiempos de la Grecia Antigua estas cosas ocurrían, pues eso, aquel mármol tallado finamente se transformó en criatura humana y real con todos los atractivos físicos y psíquicos que el autor deseaba. Nunca sabremos cómo consiguió modular con un escoplo aquel espíritu tan perfecto, pero harían bien los historiadores, incluido Ovidio que cuenta esta historia en el libro décimo de sus Metamorfosis, harían bien, repito, en desentrañarlo para beneficio de la humanidad en general y de todos los pardillos que defienden que la perfección existe. Resumiendo, que el citado escultor, ansioso él donde los haya, era rey de Chipre y se llamaba Pigmalión, un conseguidor donde los haya.

_______

No hay comentarios:

Publicar un comentario