Mi abuelo tenía una casita junto al mar que se llamaba "Confín". Siempre me explicaba que así se llamaba, también, el punto más lejano que se alcanzaba con la vista. Pero no te confundas, me insistía, esta casita se llama así, porque la bautizó de esa manera tu bisabuelo. Yo me hacía un lío con los parentescos, pero estaba claro que tuve un antepasado que no debía olvidar. ¿Sabes por qué se llama "Confín"? Por Gustavo Adolfo Bécquer. Y me lo explicaba. Resulta que mi abuelo, en este momento yo estaba más que perdido en mi árbol genealógico, era nieto de un pirata que murió en una mazmorra en el Caribe colombiano. ¿Sí? Tu "retetarabuelo", vamos. Y como era un antepasado de vida turbia, a la vez que romántica, tu bisabuelo se acordó de unos versos que hablaban de un pirata "en todo el mar conocido de uno a otro confín". De ahí le viene el nombre. No lo olvides. Me costó unos años procesar toda esta información y ahora, que ya la controlo un poco, me quedo con mil preguntas más para hacer al difunto abuelo.
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