Ella llevaba tiempo construyendo en su cabeza la imagen de su novio. Con pelos y señales. Su aspecto, sus numerosas virtudes, sus escasos defectos y hasta su exquisito trato y sensibilidad. Un día lo vio en un encuentro casual. Supo de inmediato y sin ninguna duda que él era él. Y se enamoró perdidamente. Años más tarde, cuando acudía a una terapia grupal, la psicóloga la sacó de su error. Fue un acto irreflexivo y equivocado. Todos los asistentes y asistentas asintieron. A todos nos ha pasado lo mismo. Por eso estamos aquí.
_______
No hay comentarios:
Publicar un comentario