Éxito asegurado

En un pueblo de la Mancha, cuyo nombre no viene a cuento mencionar, se anunció un espectáculo para la víspera de la fiesta mayor. Me han contado que un hombre hace un estriptís con su novia y se quedan en pelotas en el escenario, comentó Aurelia en la panadería. Pronto se corrió la voz por el pueblo y creció la indignación por el lugar. Para el día del estreno ya había orquestada una campaña de boicot. Llegó el día señalado y la compañía desfiló por las calles para promocionarse. Nadie prestó atención a los danzantes, a los músicos, a los malabaristas, aparentemente. El estríper, que se paseó agarrado a una barra de manera muy sugerente, volvió muy contento al local de actuación. Hoy vendrá gente, comentó a su partenaire. Siempre ocurre lo mismo. No hemos pasado por delante de ninguna casa en la que no se hayan movido los visillos. La mitad vendrá a vernos. 

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