Lo
hemos adoptado como un hijo más. Todo empezó cuando la novia de
nuestro hijo lo trajo a casa un día a comer. Vive solo y lo sacamos
de paseo todos los domingos. No da nada de guerra, es limpio, apenas
gasta y eso que tiene un montón de pasta. Pero, esto sí, tenemos
que estar pendiente y gestionar sus cosas. Yo me interesé por él y
acabé haciendo un trato. Que se venga con nosotros. La novia
encantada. Menudo trabajo me quitáis, confesó. ¡Je, je! Desde
entonces vive con nosotros el abuelo.NOTA:
Texto presentado el 23-03-21, en la XIV Edición de Relatos en
Cadena, concurso de microrrelatos de la Cadena Ser, cuya condición
de inicio es dar comienzo al relato con la última frase o fragmento
del cuento ganador de la semana anterior.
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