21 abr 2021

Inconsciente

Te quiero, Pilar, te quiero. Se lo repetí varias veces durante aquella tarde, pero ella, altiva, ni siquiera abrió la boca. Y a mí me sobrevino un ataque de ansiedad matemática, ya que exactamente no aguanto más de 7 fustraciones seguidas. El caso es que me quedé mudo, porque al séptimo fracaso, me enfurruñé y saqué medio cuerpo fuera del balcón. ¡No, no, no! Es lo último que oí. Pero mereció la pena. Porque finalmente, allá en el duro suelo, ella me estrechó entre sus brazos. 

NOTA: Texto presentado el 14-04-21, en la XIV Edición de Relatos en Cadena, concurso de microrrelatos de la Cadena Ser, cuya condición de inicio es dar comienzo al relato con la última frase o fragmento del cuento ganador de la semana anterior.

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