Es cierto que detrás de cada ser humano se esconde una historia,
pero no es menos cierto que a cada persona le acompañan otras muchas más historias, tantas cuantas dinosaurios encuentra en cada despertar...
En
los tiempos en los que las cosas aún no tenían nombre parece que
nació la rueda. Pero era cuadrada. Por tanto, no rodaba, sino que se
arrastraba. El inventor no dijo nada, pero pensó, que había que
darle más vueltas a la cosa.
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