Estaba
seguro que iban a salir pares y aposté arriesgadamente. Salieron
nones y perdí todo. Eres tonto, me dijo mi mujer, no se puede echar
a perder lo que tanto tiempo te ha costado conseguir. ¿Y el subidón
de adrenalina que he tenido? Si sale al revés, ¿dirías lo mismo?
Eres gilipollas, haberte apostado lo que llevas entre las piernas, no
la casa, estúpido. Llegué a pensar que tenía razón, porque
acarrear dos maletas, una mochila y un colchón era demasiado peso
para mis espaldas.
____________
No hay comentarios:
Publicar un comentario