22 jun 2020

Oportunidad perdida




Allí mismo, delante de mí, estaba el genio de la lámpara maravillosa mirándome fijamente a los ojos y haciendo ademán de que le escuchara. Obedecí. Formúlame un deseo y te será concedido, propuso. Traté de calmarme y hacer las cosas bien, así que para ganar tiempo le dije con toda naturalidad, déjame pensar. Y ahí estuvo mi perdición.

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