−Abuelo,
¿cómo se hace un cuento?
‒Juntando
palabras.
‒¿Sin
más?
‒No,
con orden y concierto.
‒No
entiendo.
‒Mira,
empiezas con un “érase
una vez”, donde
aparece un mendigo, una rana o una nube desgraciada. Luego metes un
“pero
de repente”, donde
cuentas que todo empeora malamente. Y para remediarlo,
buscas un desenlace que nos deje a todos felices con un
“colorín colorado”.
‒¿Así
de fácil?
‒¡Uf,
nietecito! Prueba, prueba.
NOTA:
Relato finalista en el VI Concurso Literario de minicuentos "Un caleidoscopio de letras". Ver Mundo escritura. Mayo 2020.
(http://www.mundoescritura.com/concursos/microrrelatos.php).
________
Buen relato, Juan. Y muy aleccionador. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarGracias. Me he imaginado qué debía pensar un niño al lado de un famoso cuentista y también, los sudores de un creador de cuentos. Porque esto de contar parece fácil, pero...
ResponderEliminar