Mi
familia se asentó en estas tierras hace por lo menos 300 años. Lo
sé, porque hay papeles que lo confirman. Soy, por tanto un caracueño
de cuña y raigambre, ¿alguien me lo discute? Sí, el indiecito que
vende arepas en el puestecito de mi calle. El dice que sus ancestros
estaban antes que los míos en estas tierras y que se las hemos
espoliado. ¡Lo que hay que oír! Le contesto que no se queje, que
mis antepasados trajeron el progreso que él disfruta. No, el que
disfrutan ustedes, protesta, mi cultura fue aplastada. Cuando se me
pone gallo con el tema, yo le amenazo con otro espolio más, no le
pagaré las arepas. Entonces tuerce el morro y me ofrece una arepa
rellena de reina pepiada. Siempre hacemos las paces y hasta le doy
propina. Las arepas, reconozco, no las trajeron mis ascendientes.
Bueno, hay que puntualizar, sólo aportamos la mayonesa, porque el
maíz, el pollo y el aguacate es cosa de ellos. ¿A ver si el
indiecito va a tener razón?
_________
No hay comentarios:
Publicar un comentario