14 ago 2019

Pues no me rindo

Una vez me presenté a un macroconcurso de microrrelatos. Nunca supe si me leyeron, porque nadie me confirmó la recepción de mis creaciones y si entraba a concurso. Insistí varias veces más. Al cabo de un tiempo publicaron por fin un texto en la Web sin explicación alguna. Por supuesto, me hizo ilusión. ¡Ya soy escritor!, grité a los cuatro vientos. Y me preguntaba si los lectores me leerían a gusto, si les parecería interesante, si... Fue un chasco, Nadie hizo un comentario y solo recibí un voto anónimo que agradecí mucho. Tuve yo que añadir otro más para hacer bulto. Y ahí acabó mi empeño por encontrar espacio en el Olimpo literario. Paradojas. Soy un microescritor insignicante en el macromundo de los minirrelatos, sobreviviré con unos cuantos suspiros de inspiración. ¿O expiración quizás?
_____ o _____ 

2 comentarios:

  1. ¡No, no, no, Juan Badaya, sigue escribiendo, que te queremos mucho!

    ResponderEliminar
  2. ¡Ja, ja, ja! Que soy Juan Badaya haciéndome comentarios...Vale, es una broma. ¡Glup glup!

    ResponderEliminar