16 mar 2018

Retranca

Doña Mercedes acudió a la consulta del podólogo acompañada de una amiga. Entre las dos tomaron un taxi y llegaron puntuales a la cita. Una vez resueltos los problemas del juanete que le acompañaba en los últimos años, quisieron regresar en taxi y lo solicitaron por teléfono. La gestión falló y estuvieron a la intemperie más de 20 minutos. Insistieron en la llamada y le aseguraron que en 5 minutos llegaría el servicio. Y no llegó tan pronto. Mientras tanto un apuesto señor aparcó un coche blanco a su vera y ellas, convencidas de que era lo que esperaban, se acercaron a él, abriendo la puerta trasera directamente e indicando la dirección final del viaje. ¿Dónde van ustedes?, protestó el conductor. ¿Esto no es un taxi?, preguntó doña Mercedes. El del volante se enervó. Señora, ¿cuándo ha visto usted un Porche como taxi? Las dos amigas enmudecieron. Miraron alrededor, fueron conscientes de su error y, para colmo, vieron que un coche blanco con una luz verde en el techo se detenía detrás. Perdón, dijo la amiga cerrando la puerta, ¡qué torpes! Doña Mercedes se retiró con una sonrisa maliciosa y la frase ya en la comisura de los labios: Este dandy no duerme hoy a gusto. ¿Por qué? Porque le hemos visto cara de taxista. Las dos amigas se morían de risa.
_____ o _____

No hay comentarios:

Publicar un comentario