29 jul 2016

Un pez gordo

Era evidente que el coche iba demasiado rápido, sobrepasando la velocidad permitida para aquel tramo urbano. La patrulla de la policía dio la alerta y en el siguiente kilómetro el coche fue detenido por un agente. Tras solicitar los papeles de identidad del coche y conductor, se inició un diálogo entre ambos.
-¿Es consciente usted de que circula a una velocidad excesiva?
-Si, soy pescatero.
-Y eso ¿qué tiene que ver?
-Pues que con el sol que hace la carga puede iniciar su descomposición, se llena de microbios y puede hacerse peligrosa para el consumo humano. Por eso voy corriendo.
-Pero usted es un peligro público.
-Peligroso es tenerme aquí retenido favoreciendo la proliferación de microorganismos nocivos. Tenga en cuenta que voy a la Residencia de Ancianos con el pedido y que si se produce un solo percance por la ingesta de este pescado, usted y yo saldremos en los periódicos.
-Pero usted no está autorizado a superar el límite de velocidad.
-El pescado también tiene un límite recomendable para su consumo y lo estamos sobrepasando. Yo lo hago por el bien del prójimo.
El agente guardó silencio, se acordó de su tía Nicolasa recientemente fallecida en la residencia, se le conmovió un poco el corazón y guardó el bloc de multas.
-Prosiga -le dijo. Luego esperó a que llegara el coche patrulla y les puso a sus compañeros al corriente de lo ocurrido. Pero se quedó de piedra cuando oyó lo que estos le dijeron después de mirar en el ordenador de a bordo.
-La matrícula del coche pertenece a un coche robado, la documentación del conductor es falsa, se trata de un peligroso delincuente conocido por el alias de “El Anguila” por lo escurridizo que es y te ha camelado como a un tonto.
Al agente se le quedó cara de besugo.
____ o ____
 

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