Garbancito
fue tirando migas de pan por el camino para dejar pistas que le
permitieran volver a casa sin perderse. Esta artimaña sirvió para
mostrar la astucia del chaval, pero puso muy nerviosos a sus padres
que pensaron que era temerario pensar que las migas iban a permanecer
en su sitio sin que ningún ave o roedor se las comiera o que el
viento o la lluvia las hicieran desaparecer. Así que decidieron
reprender a su vástago y de paso darle algunas nuevas ideas para el
futuro.
-Hijo
–le dijo la madre-, la próxima vez llevas el teléfono con el GPS
y geolocalizador activado.
-Mejor
que lleves un garrote de los que se usan en béisbol – propuso el
padre que estaba un poco chapado a la antigua.
-Pero
–se defendió el pequeño Garbancito-, yo tengo firmado un contrato
de imagen con mi editor en el que sólo puedo hacer de niño
indefenso a la par que astuto. Sólo así puedo ir de referente para
la chavalería -y se defendió con un sólido argumento-. Además, me
pagan.
Y
los papás de aquel niño brillante se quedaron sin réplica.
_____ o _____
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