Dicen
los ornitólogos que cada vez hay menos gorriones en la ciudades. Ya
se sabe, ese pajarillo feucho que picotea en las aceras de las
ciudades, disputándose con las palomas lo que dejamos caer
distraídamente los urbanos. Yo estoy en disposición de afirmar que
ya sé la causa verdadera de esta disminución poblacional de los
simpáticos pajarillos. Me han dicho que es por su escolarización.
Sí, hasta ahora crecían y pervivían guiados únicamente del
instinto y ahora caen fulminados por plagas, depredadores y
enfermedad por culpa del exceso la educación.
Me
explico. Tiempo ha, en el ayuntamiento de mi ciudad se contrató un
equipo de biólogos atrevidos que quiso mejorar la preparación para
la vida de gorriones y palomas y les diseñaron e impartieron un
curriculum sobre técnicas de superveniencia, alimentación, cobijo,
salud y buenas costumbres urbanas. Acabado el curso acelerado,
cuentan los del lugar que se vieron palomas volando con manuales de
consulta, gorriones con gafas y, sobre todo, aves con dudas e
indecisión, por lo que muchos acabaron atropellados, otros en las
fauces o picos de depredadores y hasta muchos víctimas de la
inanición. Con todo lo cual me atrevo a afirmar que el exceso de
educación, junto con la pérdida del instinto natural, es pernicioso
para la perpetuación de las especies.
_____ o _____