El
ciclista se retorcía en la bicicleta de manera agónica para llegar
el primero a la meta. Pantaleón Buenafuente no entendía tamaño
esfuerzo y ambición y no pudo dejar de comentar al que tenía a su
lado.
-¿Todo
por ser primero? Qué más da llegar segundo o tercero. Mejor estar
sentado todo el día, como yo.
El
interlocutor, absorto en la carrera, lanzó un grito de desesperación
y un par de gruesas palabras cuando vio que el corredor era rebasado.
Pero aún tuvo tiempo de aclarar las cosas a su vecino.
-Se
corre para ganar, si no, no es deporte -le explicó furioso al
iniciador del diálogo. Y además añadió para dar más fuerza a su
argumento-. Mejor que te compres una bici, gordo de mierda. Ten mi
gorra para que ahorres en equipo.
Pantaleón
Buenafuente se quedó boquiabierto. Por la noche siguió el
noticiario con la gorra puesta, que apenas le entraba en la cabeza, y
descubrió que su amigo de meta era el director deportivo del
protagonista.
_____ o _____