19 ago 2015

La conciencia de un soldado

Volvió el soldado de la guerra y en su conciencia no había ni un solo remordimiento.
-He hecho sólo el bien -repetía en su cabeza una y otra vez.
-Sí, has matado a enemigos que buscaban tu ruina, pero también a inocentes que se encontraban en tu camino -le repetía la última duda despistada que le quedaba en la memoria.
-He defendido a mi país, por eso recibí honor y medallas -insistía orgulloso- y es sabido que algunas consecuencias colaterales siempre hay.
-Y ¿quién te dice que para lograr un bien hay que hacer el mal? -le insistía la duda que aún no había conseguido disipar.
-Yo sólo luché a muerte contra el enemigo.
-No, no, ¡qué más quisieras!
-En todo caso la culpa es de mis superiores. ¡Porque un soldado nunca piensa, sólo obedece!
Y aquel hombre, curtido en el humo de mil batallas, se quedó aparentemente tranquilo, aunque la última duda que le quedaba en la cabeza se aposentó para siempre en su conciencia.
_____ o _____