13 feb 2015

Nuevas tecnologías para doña Mercedes

Doña Mercedes, inquieta y curiosa como siempre, pide a su cuidadora que le enseñe el manejo de WhatsApp. Ella ve que todo el mundo mueve los dedos con pericia encima de un teclado minúsculo y se sorprende cuando oye que se comunican con amigos, colegas y enemigos, si es el caso.
-Primero tiene que comprarse un celular con sistema operativo iOS, Android, Windows Phone, Black Berry..
-Hija, qué raro hablas -protesta -habla en román paladino, por favor.
-Yo sí que no la entiendo, señora -le replica-, ¿qué es eso del román paladino?
-Déjalo -le propone un tanto descorazonada-. ¿Puedo aprender lo del WhatsApp?
-Bueno -le dice-. No vale de nada si sus amigos no compran a su vez un teléfono inteligente.
-¿Cómo?
-Sí, un teléfono que en realidad es una minicomputadora de bolsillo con mayor conectividad que el celular convencional.
-Oye, hija -le corta abrumada por tanta información difícil de digerir-, ¿dónde has estudiado estas cosas?
-En la clase de computación, como todos.
-Y ¿no sabes que es román paladino?
-No.
-Pues la forma en que cada cual habla a su vecino -y le argumenta-. Decía Berceo que era necesario para entenderse.
-¿Berceo?
-¡Ay!, déjalo -se desanima-. No creo que mis amistades tengan esta inquietud. Seguiré llamándoles con mi teléfono de baquelita...
-¿Baquelita?
Y doña Mercedes estalla en cólera con aquel nuevo interrogante.
-Pero de verdad ¿has estudiado tú algo de fundamento?
...
No hubo mucho más que hablar aquella tarde. Doña Mercedes se entretuvo curioseando la calle en el mirador de su casa y leyendo a Pío Baroja. La cuidadora, mientras tanto, no dejó de teclear insistentemente su celular con ambos pulgares.
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