Bienvenido
Malaparte fue otro desde que se enteró que había nacido un martes.
Puede parecer intrascendente, pero no lo era para él que siempre
había llevado mal haber nacido nada menos que un 13 de febrero.
-Son dos
coincidencias funestas .se quejaba.
-Si me llegas
a avisar espero al 14 -se mofaba su madre-. Así celebrarías San
Valentín.
El hombre no
estaba para bromas. Achacaba toda su mala suerte a la fecha fatídica
de su nacimiento y era capaz, además, de relatar un sinfín de
penalidades personales.
-Nací con un
sino -se quejaba- del que es difícil librarse.
Y tenía
razón. Falleció de un golpe del corcho de una botella de champan
francés en mitad de la faringe, digamos que en la “nuez”, el día
que celebraba eufórico el premio gordo de la lotería de Navidad en
la que jugaba 5 décimos acabados en 13. Fue su último esfuerzo por
superar la superstición que tanto le amargaba la existencia.
______ o ______