23 jun 2025

Avispado labrador

Cuentan que hubo un santo que hacía las labores del campo siempre pensando en cómo agradar a su dios. Tanto que abandonaba el arado por acudir a misa dejando a su pareja de bueyes a su libre albedrío, de tal suerte que al regresar encontraba la labor hecha. Claro, era la envidia de los vecinos que, admirados de su piedad, lo tomaron por santo. Pero había un astuto vecino, cuentan, que compró los bueyes y, sin milagro alguno, trabajó los campos sin despeinarse. Eso era ser, más que santo, listo.

NOTA: Texto finalista en el concurso Letras como Espada del mes de abril de 2025. Condiciones y tema: No más de 500 varacteres incluyendo espacios y como tema "San Isidro Labrador"
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