7 jun 2024

Hubo mejores épocas

El mendigo de la Plaza del Olvido pide limosna extendiendo una mano en la que brilla un gemelo de oro en el puño de la mugrienta camisa. Los transeúntes pronto se percatan del asunto y le miran inquisitivos. Él se adelanta a sus pensamientos y siempre les saca de dudas con una frase rotunda: Alguna vez fui alguien. Debe ser efectiva, porque el cuenco de monedas siempre está surtido. 

________

No hay comentarios:

Publicar un comentario