El olor era pestilente y las mascarillas no servían de nada. Allí estaba el cadáver del caballo lleno de moscas y bajo su panza veíamos las extremidades del que fue su jinete aún sin identificar. Venía yo del juzgado como ayudante con la misión de acompañar al señor juez en el levantamiento del cadáver. Mientras la policía científica tomaba pruebas para identificar al muerto y descubrir las probables causas de su muerte, se no acercó el forense. Hoy enfermaremos, todos, comentó. Con tanta mosca estamos expuestos a cientos de patógenos. Al señor juez le entró un temblor incontrolable y descargó todo el trabajo en su ayudante, o sea yo, que me tuve que encargar de todos los trámites, mientras el señor juez se refugiaba bajo la sombra de una palmera pensando en librarse de todo mal. Pero parece, nadie lo vio, que un coco cayó y para su mala fortuna le atizó en la mollera al señor juez. Y fue tanta la tontuna que agarró, que cuando yo me acerqué a él para cumplimentar el papeleo confundió el nombre del caballo, Babieca, con el del jinete, el marqués del Último Suspiro. Acto seguido, además, nos subió las dietas a todo el personal del departamento e invitó a un trago a la comitiva judicial. El alcohol, le comentó al forense, destruye a los patógenos, ¿no? El galeno, lejos de contestarle, en cumplimiento del juramento hipocrático, le tomó del brazo y nos hizo acompañar al señor juez hasta Urgencias, donde le dejó en manos de un neurólogo que le internó en el hospital hace ya seis meses. Dice que ha perdido lucidez mental, que su razonamiento es errático y que tiene todos los síntomas de daño cerebral por fuerte traumatismo craneoencefálico. De momento yo he ascendido en el juzgado a juez interino y tengo mucho trabajo, pero suelo ir a visitar al señor juez. Me dice que el doctor que le trata es muy majo y que le quiere mucho. Me jura que se recuperará pronto, que tiene todavía muchos prejuicios (sic) pendientes en el Juzgado de Primera Instancia. De momento su problema no está diagnosticado como accidente laboral, porque no se ha encontrado el coco agresor y su testimonio presenta lagunas. Esto es todo de momento. Veremos si sana.
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