Sin poder superar su muerte viví yo, un huérfano irredento, hijo de la mala vida, criado en el arroyo y víctima de cuantas infamias pueda imaginar el lector. Yo, el niño angelical de rubios cabellos que fue malamente criado por un mequetrefe al que todos tenían por mi padre. Yo, que parecía más bravo que ninguno en el penal donde paseé casi 30 años. Yo, Juan Malaespina, el más fiero del presidio, aquí y ahora, me atrevo a confesar que no pasé ninguna noche sin llorar por haber perdido a mi mamá cuando era un niño.
NOTA: Texto presentado el 13-10-21, en la XIV Edición de Relatos en Cadena, semana 7, concurso de microrrelatos de la Cadena Ser, cuya condición de inicio es dar comienzo al relato con la última frase o fragmento del cuento ganador de la semana anterior
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