Es cierto que detrás de cada ser humano se esconde una historia,
pero no es menos cierto que a cada persona le acompañan otras muchas más historias, tantas cuantas dinosaurios encuentra en cada despertar...
En
aquel monasterio todos eran muy cumplidores de la regla monacal,
todos guardaban silencio. Estrictamente. Lo comprobó la policía el
día que fue a investigar la muerte del Abad.
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