Es cierto que detrás de cada ser humano se esconde una historia,
pero no es menos cierto que a cada persona le acompañan otras muchas más historias, tantas cuantas dinosaurios encuentra en cada despertar...
El
sacerdote despidió a sus feligreses diciendo podéis ir en paz.
En cuanto el sargento Santiñez abandonó el templo, acarició el
gatillo de su pistola, quitó el seguro y caminó dedicando miradas
aviesas a todo vecino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario