Es cierto que detrás de cada ser humano se esconde una historia,
pero no es menos cierto que a cada persona le acompañan otras muchas más historias, tantas cuantas dinosaurios encuentra en cada despertar...
A Marco
le llegó el turno de tirar el penalti. Era decisivo, si entraba
superaban la eliminatoria. Marco miró a la grada, miró al cielo y
se desplomó. Requiescat in pace, escribió un árbitro erudito en el
acta.
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