Atraco humanitario

Como abras la boca eres hombre muerto. La amenaza fue obedecida, pero allí mismo, para complicarlo todo, la víctima se desmayó. El buen ladrón llamó al 112 y puso como excusa que “pasaba por aquí”. Acompañó al enfermo a Urgencias y le atendió hasta que pudo despertarse. Lipotimia, le explicó. Llévate el dinero, déjame las tarjetas, dijo el uno. No, sólo 20 €, tengo hambre, contestó el otro.

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