25 mar 2020

El octavo cilindro


El médico fue muy hábil dando la información. Tienes un “tumorcito” que habrá que extirpar. Ante la cara de desconcierto que puse y mi silencio inquisitivo, prosiguió dando explicaciones. En la biopsia hemos extraído 8 cilindros, los 7 primeros no mostraron nada anormal, pero -prosiguió mirándome fijamente y dando un paso más en la información- el último sí. Hay un carcinoma en tu próstata que hay que eliminar. Era una palabra inquietante que no auguraba nada bueno. El octavo cilindro -continuó hablando- ha evitado un falso negativo, así ganamos tiempo y podemos actuar con garantías. Aquello aumentó mi temor. Hablamos de alternativas médicas, secuelas, ventajas y, al final, me tuve que enfrentar crudamente a la realidad. De esta manera eliminas el cáncer. Fue un mazazo. Poco más hubo que hablar. Asumida mi nueva situación, juntos trazamos la estrategia, una intervención quirúrgica para extirpar al insidioso enemigo. Y me animé a preguntarle si debía estar contento con el octavo cilindro. Sí, señor Juan Badaya. Era obvia la respuesta. Y tan contento estoy con ello que hoy, transcurridos los 5 años de reserva médica y disipiado todo temor, me animo a contarlo. Larga vida para el escribidor.
_____   _____