Y
ella finge que se lo cree, cómo no. Su marido le dice que llegará
tarde, que se ha encontrado con una amiga que no ve desde que hizo un
Erasmus en Amsterdam, que no puede despreciar una horita de charla.
Ella no protesta, acepta la situación. Me lo cuentas mañana, dice.
Pero comida por los celos, le prepara una enrevesada venganza. Le
deja un mensaje en el WhatsApp pidiendo que como vendrá bebido,
roncará, que mejor que duerma en el sofá...Y en la manilla exterior
de la puerta de la habitación deja colgada su ropa interior.
NOTA:
Texto presentado el 20-02-20, en la XII Edición de Relatos
en Cadena, semana 20, concurso de microrrelatos de la Cadena Ser, cuya condición
de inicio es dar comienzo al relato con la última frase o fragmento
del cuento ganador de la semana anterior.
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