Se
me acumulan los garbanzos en la boca, ya no puedo tragar más. Los
odio, y como mi madre me obliga a comerlos, las paso canutas. Trago
una cucharada y escondo dos entre los carrillos a la espera de que mi
madre vea el plato limpio. Es horrible. Mi padre se ríe y trata de
que el trance sea menos duro. No olvides que el gran Cicerón debía
su nombre a que su familia tenía un grano como un garbanzo (cicer)
en la nariz. Ni por ésas. Cuando una lágrima se desliza en mi
mejilla, mi madre cede. Mañana lentejas, anuncia. ¡Horror!
_____ o _____
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