El
abuelo Simón se sinceró con su amigo, el Tío Machuca. Mi mujer
tiene mal humor, es una regañona. Y tú eres un cascarrabias
acelerado, le espetó su amigo. Sí, es evidente que nos necesitamos
el uno al otro para mantener las ganas de vivir. Has dicho bien, el
día que renuncies a esta beligerancia os apagáis los dos y diréis
adiós a este mundo. El abuelo Simón guardó silencio. Al poco
confesó un secreto. Para que eso no ocurra he colocado una foto de
un viejo matrimonio en mi escritorio. Son dos ancianos campesinos
cogidos del brazo que viven en una insultante armonía. ¿Cómo lo
sabes? Bueno, eso pienso yo, parece una tontería, pero hay algo que
me da pistas. Te marca el camino, digo yo. Eso espero. Sigues
enamorado, confiesa. La respuesta tardó en salir y fue casi
inaudible. Sí.
_____ o _____
No hay comentarios:
Publicar un comentario