Cada
vez que un lector abre la primera página del libro, a mí ya me
avisan. Vete a tu puesto y espera a que Gregorio Samsa te pida que lo
reemplaces. ¡Jo, ya cansa esto!, me quejo. Es inútil. cuando el
lector llega a la página 8, allá que me presento yo en forma de
escarabajo o cucaracha, que no se sabe a ciencia cierta qué soy, ya que eso depende del traductor. Me tocan 30 páginas más de trabajo hasta que me muero
de incomprensión, soledad y desprecio. Encima, todavía sigo con el
convenio laboral de 1915. Estos editores no dejan de explotarme.
¡Lector, solidaridad!
______ o ______
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