El
perro fue recogido en la calle y tocó ponerle nombre. El marido
insistía en que debía ser llamado Doroteo, vaya usted a saber por
qué. Su mujer, por contra, proponía que el nombre debía ser
Teodoro, vaya usted a saber también el porqué. A punto estuvieron
de enfadarse para siempre. La solución al conflicto matrimonial
llegó de la manera más insospechada. El perro es sordo, fue el
diagnostico del veterinario. Pues bien, cada uno que le llame como
quiera, decidieron. Listos, como Salomón. Nunca fue tan fácil.
____ o ____
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