Un
día el maestro nos dio una cinta métrica y nos pidió que
midiéramos las dimensiones del aula. Al principio nos liamos, pero
mi grupo fue el primero en presentar resultados. El mérito fue de
Alvarito, que es hijo de pintor de brocha gorda y está al día en
eso de hacer presupuestos con su padre. Nos dijo a los de mi grupo
que midiéramos cuánto tenía de largo, ancho y alto la clase.
Luego, Alvarito multiplicó 11'50 m. por 7'00 m. y dijo que el aula
tenía 80'50 m2
de superficie, con 4 paredes que sumaban 98'50 m2
y un techo igual a la superficie del suelo. Los colegas nos quedamos
con la boca abierta ante tanta sabiduría y celeridad. Y le pedimos
que fuera él el que presentara los resultados de nuestras pesquisas
al profesor. Hizo una exposición brillante y todos nos felicitábamos
por la nota. Pero no fue así. Al listo de Alvarito le pudo el
sentido comercial de su padre y endosó un 10% más a todas las
cifras finales. El profesor, muerto de risa, se lo explicó. He
pedido las dimensiones del aula, no un presupuesto de pintura, pero
me gusta tu pericia aritmética. No le matamos a Alvarito, pero aquel
día todos aprendimos un montón.
_____ o _____
No hay comentarios:
Publicar un comentario