Aquella
mañana la conversación del abuelo Simón y el Tío Machuca giró
alrededor de un tema. ¿Sabes? El tal Juan Badaya lleva ya 1000
textos breves publicados en su blog. Sí, ya sé, creo que los
alcanza hoy. Tiene mérito publicar tres relatos todas las semanas, ¿no?
Sí, es cierto. ¿De dónde sacará tantas ideas? ¡Qué imaginación!
Bueno, hasta nos saca a ti y a mí de vez en cuando. ¿Cómo
se entera de nuestras andanzas y discusiones? ¡Eh, no pensarás que
yo me chivo! Pues ¿cómo lo escribe? Para mí que se lo inventa.
¡Je! Nos podemos querellar por intromisión ilegítima en nuestro
derecho a la propia imagen y atribución de opiniones... ¡Bah!
Pierdes el tiempo, a mí me gusta cómo me retrata, quedo bien.
Bueno, yo no sé qué contestar. Que sepas, esto lo dijo el abuelo
Simón, que me ha contado que hay lista de espera de nuevos
personajes para aparecer en los relatos breves. ¡No jodas! Me ha
dicho que ya le han escrito varios lectores para protagonizar algún
microrrelato y que, incluso, le sugieren argumentos. ¡No fastidies
que nos va a postergar a nosotros dos! Nada, tranquilo, hoy hablamos
con él y alargamos el contrato, total, es cuestión de una cerveza.
Vale, pero no te vayas de la lengua ni des ideas, ¿eh? Ni te
preocupes, para lo que le publican...
_____ o _____
¿Mil relatos, Juan Badaya? ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarY que sigan muchos más.
Se agradece. Espera otros mil y hablamos.
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