Secretos de una escalera

Quiero una huella de 28 cm y contrahuella de 19 cm. De vuelo me ponen 3 cm. Así de preciso fue el mensaje que lanzó el maestro de obras que dirigía la construcción de la escalera. Los obreros se empeñaron a cumplirlo, pero con poca fortuna, porque tuvieron que rehacer los peldaños hasta tres veces. No lo olviden, explicó luego, los pies tienen memoria, si comienzan a ascender una escalera lo pueden hacer sin mirar, ya que repiten mecánicamente el mismo movimiento. No me hagan ni alturas ni anchuras diferentes de las indicadas. Hoy es el día en que aún recuerdo estas palabras cada vez que transito por la escalera. Asciendo cómodo y sin tropezones, además, mis pies, lo reconozco, tienen más memoria que mi cabeza. 

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