Me
gustaría ser aspa de un molino de viento para vivir con las
incertidumbres justas, girando cuando manda el viento y guardando
reposo cuando la brisa apenas es un suspiro. Así de día y de noche,
por días, meses y años, en la calma o en la tempestad, sin estar a
expensas de los sinsabores de la vida. Decía. Un crujido del rotor,
quizás del palo de gobierno, interrumpió el desahogo del molinero,
pues parecía que el propio molino quería también contar sus penas.
Se sintió comprendido. Apartó la tolva y se sentó al modo oriental
sobre la piedra volandera. Y así lo encontraron al amanecer, loco
de girar por lo menos un millón de veces sin dar una explicación y
ni una pizca más de harina. Así nació la leyenda del molinero
enloquecido.
_____ o _____
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