Sí,
claro, tú eres un ser, lo quieras o no, que no puedes elegir otra
cosa. Pero, abuelita, ¿por qué dejaron de ser papá y mamá? El
silencio ocupó todo el ambiente de la estancia durante unos
segundos. Pero el niño prosiguió. Entonces ¿quién manda ser o no
ser? Una lágrima comenzó a descender por la mejilla de la mujer
responsable de aquel niño preguntón, huérfano de padre y madre
desde hacía poco tiempo. Son cosas de Dios, acertó a decir. Pues lo
odio, lo odio para siempre. Y ambos se fundieron en un abrazo que no
llegó a contener el llanto de ningunos de los dos.
_____ o _____
No hay comentarios:
Publicar un comentario