29 jun 2016

Dioses y narcisos

El individuo aquel era un artista de la palabra, un cautivador capaz de embaucar al más atrevido o al más imbécil. Con tal poder de persuasión convenció a mucha gente de que para llegar al tope de la felicidad debían concentrar su mirada en el azul del cielo y en lo profundo de su alma hasta quedar ab
ducidos por la Gran Verdad. Y aquel movimiento místico captó tantos seguidores que se dejaban vaciar los bolsillos mientras contemplaban sus entrañas y las confundían con la magnitud del universo.

A tal nivel llegó el santón de luenga barba que alcanzó una copiosa fortuna que administró para la mayor gloria de su nombre y de su prole, tocados todos ellos por un halo de trascendencia que no se veía desde los tiempos que relata el mismísimo Pentateuco. A su muerte, llorada por sus seguidores, siguió una cruenta batalla por su sucesión y más tarde un desasosegante proceso judicial que destapó los muchos trapos sucios que escondió en vida.
_____ o _____
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario