Llegó el momento de la investidura
del nuevo alcalde y fue preciso hacer sumas variadas, pues ninguno de
los partidos poseía la mayoría. El más votado, 7 concejales,
contempló perplejo las alianzas de sus contrincantes que hicieron de
la aritmética un principio de compromiso y consiguieron desbancar al
alcalde de los últimos 20 años, sumando en total 8 concejales, uno
más, como se ve. El nuevo edil del partido UPR (Unión Poco
Revolucionaria) tuvo que tomar el mando y la palabra en el pleno
inaugural.
-Juro que seré un alcalde justo y
ecuánime, incorrupto y leal...
Ante el murmullo que se levantó en la
bancada del partido de la oposición, APF (Alianza Pelín Fascista),
el electo se vio obligado a respaldar lo dicho con un argumento de
peso.
-No quiero defraudar a nadie, ni a mi
madre que ha votado al alcalde saliente.
Se hizo el silencio y nadie osó
mofarse de la situación. Todos conocían a doña Mercedes Demás
Jurado, mujer de genio templado, tradicionalista como pocas y madre del nuevo regidor, Juan Tomás
Cumplidor Demás, un político reciente y sin viciar que aspiraba a
ser hombre de palabra y honor y que en aquellos momentos empuñaba el
bastón de mando.
(Continuará)
NOTA: Esta vez el autor no recurrirá a la ficción, va a ser fiel a los hechos. Al tiempo se sabrá si cumple su palabra, por lo que el desenlace de esta historia se servirá al cierre de la legislatura, 4 años a contar desde hoy.
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