La
semilla empujada por una poderosa fuerza germinal hizo brotar
un tallo que creció hasta emerger en la tierra y estirarse en dirección
al sol. Al poco, un rumiante cruel se lo comió. La savia que
empujaba desde abajo sanó la herida, cerró la cicatriz e hizo brotar
un nuevo tallo, con pequeñas hojas que se desplegaron orgullosas.
Dos caracoles despiadados se las comieron y el
tallo desnudo quedó a merced del viento y la lluvia que lo zarandearon hasta dejarlo medio muerto.
_____ o _____
Bonita metáfora. Por lo que se ve, nos queda mucho por aprender.
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