14 mar 2014

Por San Valentín

Dos gatos aburridos descansaban al sol sabedores de que no tenían enemigos a la vista. Los ojos cerrados, el tronco relajado, las patas recogidas, el rabo ceñido al cuerpo y hechos un ovillo de sensualidad y placer. Únicamente sus orejas enhiestas giraban vigilantes en alerta permanente, más por instinto que por necesidad.
-¡Miau! -dijo uno de ellos en tono lastimero y seductor.
-¡Miau, miau, miau! -contestó el otro en una declaración de amor que pasará a la historia por su alto contenido poético, en ritmo, fondo y forma.
_____ o _____

No hay comentarios:

Publicar un comentario