Problemas de spam

El abuelo Simón recibió un aviso en la pantalla del computador diciéndole que era el visitante o lector número 1 millón de su periódico favorito y que le correspondía un premio (una tablet de última generación) al que no se podía resistir, por lo que debía inmediatamente dar sus datos en el enlace que indicaban. Era la enésima vez que le aparecía aquel spam intruso.

Como el escarmentado anciano no se fiaba en absoluto, indagó someramente en Google para ver de qué se trataba y descubrió una empresa que, como mínimo, quería ampliar la lista de ingenuos a los que agobiar con publicidad y ofertas de productos que decían que eran imperiosa necesidad.

Enfadado escribió tres cartas: una, enérgica y educada, a su periódico favorito, que no la publicó, protestando por jugar con sus clientes embaucándolos con vacuas promesas; la segunda, argumentada e indignada, a la asociación de consumidores de la que era socio y que le respondió que iniciaban un expediente en el que no depositaban mucha confianza; y la tercera, un tanto grosera y desagradable, directamente al correo de contacto que daba la empresa en su spam. Dado su interés, y so pena de herir alguna sensibilidad, la reproducimos a continuación:

Señores o señoras gerentes de la Unión AparatoSA:

Les aviso que no acepto su regalo (una tablet de última generación) por ser un puro anzuelo para pescar incautos consumidores. Se metan la tableta por donde les quepa. Y tienen la suerte de encontrar a un anciano comprensivo que está dispuesto a hacerles fácil el paso, por lo que les ruego sigan atentamente el procedimiento que les explico:

1. Procedan a calentar la susodicha tablet en el microondas hasta que gane suficiente ductilidad y la puedan convertir en un canuto cilíndrico de un radio inferior a 2 centímetros.
2. De inmediato introdúzcala suavemente por el orificio sugerido, con golpes secos y constantes. De encontrar resistencia pueden ayudarse de vaselina o similares.
3. Concluida la operación envíenme un whatsApp indicándome que han cumplido su misión.
4. De inmediato yo les contestaré en formato spam con 1000 mensajes seguidos felicitándoles por el logro del objetivo. Ya saben que por lo menos oirán 1000 silbidos que corresponden a la admiración que yo siento por ustedes y por su enorme prodigalidad. Es de esperar que alcancen un gran placer, que es lo que les deseo con sinceridad.

Atentamente,

El anciano Simón

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