Una lágrima que
recorre el fino rostro de porcelana de Elena no es un lágrima
inútil.
Raptada por
Paris, antes por Teseo, va camino de Troya, donde será admirada sin
medida y deseada con tanto ardor que acabará provocando un asedio a
la ciudad, un hecho que trascenderá por los siglos de los siglos.
Es lógico que
se le escape una lágrima, fruto del hartazgo de vivir como mercancía
codiciada por hombres borrachos de ego, irremediablemente seducidos
por su belleza.
Pero también es
una lágrima derramada por Esparta y por ella misma. No es una
lágrima perdida.

_____ o _____
No hay comentarios:
Publicar un comentario