Esto es un sin parar
A veces pienso que la jubilación es como el otoño, le contaba el Abuelo Simón a su amigo el Tío Machuca. Te empiezas a marchitar y todos se olvidan un poco de ti. Ni siquiera aprecian la poca sabiduría que nos queda. Te veo un poco bajo, colega, le replicaba su amigo, tú nunca has sido así. Es que veo cómo me apago... Anda calla, por favor. Tú, aparte de pasear conmigo muchas mañanas, tienes un montón de actividad. Para empezar, hoy has hecho las compras y me dices que tienes que hacer un guiso para la comida del próximo domingo de toda la familia, te has leído hoy tres periódicos, has mandado una carta al director protestando por el nuevo cobro del IBI, has quedado a las cinco de la tarde con el párroco para que te ceda unos locales para atender a “Jubilados sin Fronteras”, te has comprado una memoria supletoria para el teléfono que dices que necesitas para poder mantener activo el blog que dinamizas, a la tarde vas a ir a pasar la tarde con tu suegra que está en la residencia... ¡Anda, no me vengas con coplas! El Abuelo Simón se quedó pasmado mirando a su amigo que no se calló, ni mucho menos. No seas plasta, tú estás más vivo que nadie y no pasas desapercibido ni para la Guardia Civil. ¿Lo dices por algo? No, yo no he contado quién hizo la pintada en la pared del campo de fútbol en contra de los horarios del fútbol. ¡Ah, bueno! Mira viejo, tú estás en plena primavera. Si tú lo dices...
NOTA: Microrrelato presentado en el concurso "Creatividad literaria" (1000-1500 caracteres). Septiembre 2024. Organiza MUNDO ESCRITURA.________
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