El arte de enseñar

A Juan Badaya no se le olvida aún aquella explicación que le dio su maestro sobre las conjunciones. El buen hombre estaba un tanto desanimado por el poco interés de aquellos adolescentes que seguían sus explicaciones sin apenas interés. Así que probó una nueva estrategia. Mirad, chavalería, las conjunciones coordinantes son como la vida, muchas veces tendréis que hacer uso de ellas y de ellas dependerá vuestra felicidad. Y se obró el milagro de la atención, pues los allí presentes se convirtieron en alumnos. Sí, va en serio, continuó el maestro. En vuestra vida habrá ocasión de encontraros con disyuntivas que tendréis que resolver, pasaréis por momentos adversos, os encontraréis en situación de hablar en público y quedaréis muy bien si echáis mano de las distributivas, tendréis que justificaros muchas veces con explicaciones comprometidas y a veces tendréis que arreglar y unir este mundo adverso con las copulativas. Hala, así que pensadlo un poco y aprended las conjunciones coordinantes disyuntivas, adversativas, distributivas, explicativas y copulativas, esas que sirven para unir oraciones y/o palabras con matices propios. Preparad con quien esté al lado, propuso, frases que hablen de la vida, por favor. Luego las comentamos. Juan Badaya aún recuerda aquella clase memorable.

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